Wed. Feb 12th, 2025

Johann Teran se encuentra entre los venezolanos viviendo en Minnesota quienes probablemente verán expirar su estado legal. Fotografía por Madison McVan/Minnesota Reformer.

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Cuando el avión de Johann Teran aterrizó en Miami en mayo, el reloj empezó a correr.

Teran, un abogado de Barquisimeto, Venezuela, podría trabajar en Estados Unidos durante dos años a partir de la fecha de su llegada bajo una iniciativa de la administración de Biden llamada “libertad condicional humanitaria” para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.

Casi 8 millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años, huyendo de la economía colapsada, un gobierno represivo y la delincuencia generalizada.

Luego de una breve temporada en Florida, Teran se mudó a Minneapolis donde encontró trabajo como asistente legal en una firma de abogados ubicada en el centro de la ciudad. Su esposa se quedó en Venezuela, esperando saber si su solicitud para la “libertad condicional humanitaria” también sería aceptada.

No lo sería. En su primer día en el cargo, el presidente Donald Trump ordenó el cese inmediato de la “libertad condicional humanitaria” de la era Biden.

Y, el primero de febrero, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU, Kristi Noem, canceló el Estatus de Protección Temporal para venezolanos, que facultaba a los ya residentes en el país, conseguir permisos de trabajo y protección contra la deportación.

Los Venezolanos son sólo uno de los grupos inmigrantes a los que Trump tuvo en el blanco en su primera semana en el cargo, mientras que cumple con sus promesas de campaña de incrementar las deportaciones y frenar la entrada de inmigrantes al país.

Ahora, de cara al fin de sus protecciones contra la deportación y de sus permisos de trabajo, los inmigrantes venezolanos tendrán que escoger entre las siguientes opciones: regresar a su país de origen, el cual todavía se tambalea por el colapso económico, plagado por la violencia política y el crimen organizado; encontrar otro país donde buscar refugio, u optar por otras vías para obtener el estatus legal en los EE.UU, para las que habitualmente es difícil calificar; o permanecer en el país sin autorización.

El Estatus Temporal para un grupo de venezolanos expira en abril; la próxima ronda se vence en septiembre, y es poco probable que se renueve.

Si bien es difícil obtener un recuento preciso del número de venezolanos que se mudaron a Minnesota en los últimos años, es claro que la población ha aumentado significativamente. 

Más de 117,000 venezolanos han inmigrado a los EE.UU por vía de la “libertad condicional humanitaria” desde el inicio del programa en el 2023, y al menos 344,000 venezolanos están protegidos de la deportación por el EPT (TPS en inglés). (Algunas personas califican tanto para la “libertad condicional humanitaria” como para el EPT.)

Luciano Carrero es presidente de “Casa de Venezuela Minnesota”, una organización sin fines de lucro que aboga por los venezolanos. El ha estado respondiendo preguntas de miembros de la comunidad que tratan de entender qué significa la revocación de la “libertad condicional humanitaria” y el EPT.

Carrero y sus colegas de Casa Venezuela enviaron una carta al representante estadounidense Tom Emmer esta semana suplicando que encuentre una solución legislativa que permita a los venezolanos permanecer en los EE.UU.

Los venezolanos protegidos por el EPT siempre supieron que el estatus era temporal y que podría ser revocado, aseguró Carrero. Inmigrar y vivir en los Estados Unidos bajo el EPT era un “riesgo calculado”, dijo. 

El Estatus de Protección Temporal se pone a disposición de personas de países donde los conflictos en curso, los desastres naturales u otras circunstancias extenuantes hacen de este un lugar inseguro para regresar.

La situación en Venezuela ha empeorado en el último año, dijo Guillermo Gorrín, un politólogo y experto en derechos humanos nacido en ese país que vive en Minnesota. 

En Julio, una elección fraudulenta desató protestas masivas y una violenta represión por parte del régimen de Nicolás Maduro.

“Están persiguiendo a todos,” aseguró Gorrín en inglés, incluso a niños y transeúntes inocentes.

La medida para acabar con las protecciones contra la deportación podría ser contraproducente para Trump. Gorrín señaló que Trump le está dando poder a Maduro: Este último podría rechazar vuelos de deportación a cambio de concesiones en aranceles, licencias petroleras y la flexibilización de sanciones económicas. 

La semana pasada, sin embargo; Trump dijo que el gobierno de Maduro accedió a recibir a todos los deportados, incluidos los miembros de la muy publicitada pandilla “Tren de Aragua”. 

Expulsar a muchos inmigrantes también podría dañar la economía estadounidense: Sólo los inmigrantes indocumentados pagaron $97 mil millones en impuestos en el 2022, incluyendo $34 mil millones destinados a servicios sociales para los que las personas indocumentadas no califican. Las deportaciones masivas, de ser ejecutadas en la medida que Trump ha prometido, exacerbaría la escasez de mano de obra y conduciría a una pérdida estimada del PIB del 4-7%, equiparando a la Gran Recesión. 

Teran dijo que planea quedarse mientras dure su “libertad condicional humanitaria” ( hasta el 2006, según sus documentos) a la vez que busca otras vías para conseguir un estatus legal. También espera encontrar un camino legal para que su esposa se reúna con él, afirmó.

Él se mudó a Twin Cities porque escuchó que había mejores oportunidades laborales y apoyo para los inmigrantes que lo que había disponible en Miami, y está contento con la decisión.